A veces, en nuestro camino como emprendedoras, nos encontramos frente a éxitos y logros importantes. Pero, ¿te ha pasado que en vez de sentirte orgullosa, piensas que solo fue cuestión de suerte? No estás sola en esto. Este sentimiento tiene un nombre: síndrome del impostor.

En el mundo del emprendimiento, donde cada día se escuchan historias de éxito tras éxito, puede ser fácil caer en la trampa de compararte constantemente con otras. Pero, ¿te has detenido a pensar cómo esta comparación afecta tu viaje emprendedor?

¿Te ha pasado que sientes que necesitas dominar cada aspecto de tu proyecto antes de siquiera comenzarlo? No eres la única que se siente así. Muchas antes de dar el primer paso, nos vemos frenadas por la idea de tener que ser expertas. Sin embargo, ¿qué pasaría si te dijera que empezar tu proyecto con lo que ya sabes es más que suficiente?

El miedo al fracaso puede ser paralizante. Es esa voz interna que te susurra “¿y si no funciona?” justo cuando estás a punto de dar un paso importante. Pero, ¿sabías que este miedo es mucho más común de lo que crees?